Cómo elegir el crédito empresarial indicado

Una vez que nos hemos convencido de que necesitamos un crédito empresarial, y nos hemos asegurado en una primera instancia de que estamos en la capacidad de pagar el préstamo, ha llegado el momento de evaluar y comparar los diferentes bancos o entidades financieras que nos puedan otorgar el crédito requerido, y los diferentes productos financieros que ofrecen.

Además del importe y los requisitos o condiciones que nos puedan solicitar, los factores o criterios que deberíamos tomar en cuenta al momento de decidirnos por la oferta financiera más conveniente son:

El costo del préstamo

Antes que tomar en cuenta la tasa de interés que ofrecen los bancos o entidades financieras, lo que en realidad debemos tomar en cuenta es el costo total del financiamiento (conocido por costo financiero total, o costo efectivo), el cual está conformado por la tasa de interés, más otros costos adicionales que se suelen incluir en el préstamo, tales como los gastos de otorgamiento o de mantenimiento.

El costo total del financiamiento es la verdadera tasa que se debe pagar por un préstamo, y es el criterio más importante que debemos tomar en cuenta al momento de comparar las diferentes opciones financieras que existan en el mercado.

El plazo del préstamo

El plazo es el periodo de tiempo que nos da el banco o entidad financiera para devolver el préstamo y pagar los intereses. Al evaluar las diferentes ofertas financieras que existan, debemos tener en cuenta que el plazo que nos otorguen esté de acuerdo a nuestras capacidades de pago.

A menor plazo, suele ser menor la tasa de interés, pero mayores las cuotas a pagar. Y a mayor plazo, suele ser mayor la tasa de interés, pero menores las cuotas a pagar, y, por tanto, la posibilidad de adquirir un mayor préstamo.

El tipo de tasa de interés

Otro aspecto que debemos tener en cuenta es el tipo de tasa de interés. Debemos tener en cuenta si se trata de una tasa de interés fija, una tasa de interés variable, o una tasa combinada.

Las tasas fijas se mantienen constantes durante el periodo que dure el préstamo, las tasas variables se ajustan de acuerdo a determinados parámetros, y las tasas combinadas suelen empezar siendo tasas fijas para luego convertirse en tasas variables.

Las tasas fijas permiten conocer de antemano cuáles serán las cuotas y, por tanto, otorgan el control y la seguridad de saber cuánto es lo que vamos a pagar. Mientras que las tasas variables presentan la incertidumbre de que puedan aumentar en cualquier momento, pero, por lo general, son tasas menores que las fijas.

El principal parámetro para ajustar una tasa variable es la situación económica del país, por lo que si la situación económica es inestable, es recomendable adquirir tasas fijas con el fin de evitar posibles aumentos repentinos en las cuotas. Pero si la situación económica es estable, es recomendable adquirir tasas variables que, por lo general, son menores que las fijas.

El sistema de amortización

Debemos tener en cuenta también el sistema o método de amortización utilizado por el banco o entidad financiera, el cual señala la forma en que se va a amortizar el capital y, por tanto, pagar el préstamo.

Básicamente se utilizan dos métodos: el método alemán, en donde las cuotas son decrecientes, es decir, al principio se pagan cuotas altas, que luego van disminuyendo; y el método francés (que hoy en día es el más utilizado), en donde las cuotas son fijas, es decir, todos los periodos se paga la misma cuota.

Cancelación anticipada

Debemos considerar también si el crédito empresarial nos brinda la posibilidad de poder realizar pagos adicionales con el fin de poder reducir la deuda, o poder cancelarla con anticipación al plazo otorgado.

Debemos tener en cuenta que, en ocasiones, esta opción de la cancelación anticipada, puede representar un costo adicional al préstamo.

La entidad financiera en sí

Aún cuando seamos nosotros quienes vayamos a recibir el crédito, siempre es conveniente tener en cuenta la reputación y experiencia del banco o entidad financiera.

Debemos evaluar su atención al cliente, su disposición para brindarnos toda la información que requiramos, su capacidad para atender cualquier inquietud que tengamos, su rapidez para evaluar la solicitud y para otorgarnos el préstamo, etc.

Historial crediticio

Y, finalmente, para poder elegir el crédito empresarial indicado, debemos tener en cuenta nuestro historial crediticio.

Es recomendable adquirir los productos de entidades financieras de las cuales ya somos clientes, con el fin de formar un buen historial crediticio y, así, poder acceder posteriormente a créditos con mayores facilidades y beneficios.

Artículo extraído de crecenegocios.com

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