¿Qué aprender de la industria porno para mejorar su negocio?

Y ¿qué tanto deben pre­ocu­parse las empre­sas sobre este tema tabú?. Los anal­is­tas dicen que muy poco se puede hacer para con­tro­lar a sus emplea­dos, pero pueden aprovechar mucho sus téc­ni­cas de mer­cadeo en línea.
Todo el mundo sospecha lo mismo. La pornografía es talvez el mayor nego­cio en Inter­net. El éxito de su mod­elo de nego­cios es, según Google Ana­lyt­ics, val­i­dado por más de 245 mil­lones de enlaces con eti­que­tas ‘porn’ en sus URLs o códi­gos HTML. Difer­entes esti­ma­dos de fir­mas de mer­cado pro­po­nen un valor aprox­i­mado a los U$60 mil mil­lones anuales, bas­tante más que Google (U$6.7 mil millones).
Online MBA, un blog que pro­mueve la edu­cación empre­sar­ial, recopiló cifras que describen la enorme dimen­sión de la pornografía en Inter­net, y su impacto en el mundo empre­sar­ial. Algu­nas de estas grá­fi­cas fueron pub­li­cadas sin ningún orden específico.

De hecho, poco ha sido pub­lic­i­tado por las empre­sas de alta tec­nología de Sil­li­con Val­ley sobre como la pornografía les ha ben­e­fi­ci­ado en su pro­pio desar­rollo. Después de todo, fue la primer gran indus­tria rentable en Inter­net, antes que Google, antes que E-Bay, antes que Ama­zon, antes que Amer­ica Online o Netscape.
Com­er­cial­iza­dos en línea desde la década de los ochen­tas, primero en for­mato ASCII, y luego con pági­nas para for­mato de la WWW en los noven­tas, los sitios para adul­tos son pio­neros en pagos con tar­je­tas de crédi­tos y planes de mem­bresía en línea. Hoy en día, cuen­tan con sis­temas de cobro y pago, extremada­mente robus­tos, que les per­miten ofre­cer instan­tánea­mente chat, vídeo stream­ing en vivo, y for­matos para copiar y bajar vídeo.
Las cook­ies que plan­tan en los browsers para ras­trear vis­i­tantes, y todos los esque­mas de dere­chos de autor y de reg­istros de usuar­ios que asum­i­mos automáti­ca­mente en una página com­er­cial Web, fueron apli­ca­dos y for­t­ale­ci­dos por la expe­ri­en­cia de la pornografía de entonces.
Doug Gross, de CNN, doc­u­menta en un repor­taje en abril, la con­tribu­ción de esta indus­tria al desar­rollo tec­nológico del com­er­cio elec­trónico actual. Mucho, por supuesto, por la necesi­dad de dis­tribu­ción y difusión para cir­cun­nave­gar servi­dores de ISPs que inten­tan blo­quear su acceso.
Dada la vig­orosa expan­sión del porno vir­tual, ¿qué tanto estu­dian o no estu­dian los empre­sar­ios tal tec­nología apli­cada; o sus mod­e­los de nego­cios basa­dos en rendimien­tos acel­er­a­dos y en economías de escala para dis­minuir cos­tos de pro­mo­ción, a nive­les casi inex­is­tentes, al pub­licar sin exclu­sivi­dad con­tenido o pro­duc­tos en canales o medios?
Al crear anil­los de pro­mo­ción y de ref­er­en­cia entre sus sitios, aún cuando son com­pe­ten­cia directa, logran replicar con­tenido ori­en­tado hacia nichos de mer­cado. Así pudo Face­book lograr su meteórica expan­sión.  Lo mismo Ama­zon y Barnes & Noble. De hecho, el mod­elo es base de mecan­is­mos de dis­tribu­ción de con­tenido sindi­cado entre los prin­ci­pales medios de infor­ma­ción en todo el mundo.
Sin embargo, no muchos nego­cios y tien­das vir­tuales eje­cu­tan estrate­gias igual de exi­tosas. Muy pocos han apren­dido de la ya probada téc­nica de proveer vis­tas pre­vias de un pro­ducto, o vín­cu­los emo­cionales lo sufi­cien­te­mente atrac­tivos para crear interés, pero no lo sufi­ciente com­ple­tos para sat­is­facer. “Lo impor­tante no es donde se ini­cia ni quien se queda con el cliente, sino que el pro­ducto se dis­tribuya y la venta se cierre exi­tosa­mente,” dice Gross, en su reportaje.

Esto es porque aprendieron que en Inter­net, el cliente poten­cial saltan de sitio en sitio en micro impul­sos. Para min­i­mizar fugas, los sitios porno se enlazan, un esfuerzo remu­ner­ado en algunos casos. Pero el resul­tado final es que el vis­i­tante, al no per­manecer en un solo sitio, abre tabs o ven­tanas de sitios ami­gos o sim­i­lares, y le per­mite al sitio orig­i­nal que lo envió en primera instan­cia, a seguir visible.
Está com­pro­bado que si el com­prador poten­cial no encon­tró lo que bus­caba, es prob­a­ble regrese al sitio que tiene como punto de par­tida, en una ruta estable­cida por la búsqueda.

Cuando en febrero, el gob­ierno de EE.UU.  ini­ció una inves­ti­gación a fondo en la Secu­ri­ties Exchange Com­mis­sion (SEC), la encar­gada de super­visar a Wall Street, se rev­eló como muchos fun­cionar­ios sur­fe­a­ban pági­nas porno en la misma época en que el sis­tema financiero se der­rum­baba bajo su res­guardo. El prob­lema enfa­tiza la nat­u­raleza adic­tiva de la pornografía, y como puede lle­gar a afec­tar la pro­duc­tivi­dad de las empresas.
En la revista espe­cial­izada Busi­ness Com­put­ing World se pub­licó recien­te­mente que el 20% de hom­bres admiten sur­fear sitios porno durante horas de tra­bajo, y como la pornografía se ha con­ver­tido en un prob­lema debatido a nivel de Jun­tas Direc­ti­vas en muchas empre­sas en todo el mundo.
La inves­ti­gación de BC sostiene que el hábito del porno lab­o­ral cau­sado desde deman­das por acoso sex­ual hasta desas­tres de rela­ciones públicas.

¿Qué tanto deben pre­ocu­parse las empre­sas?. Muchos anal­is­tas coin­ci­den en que es poco lo que pueden hacer las empre­sas para erradicar el prob­lema, al menos con her­ramien­tas de tec­nología. La may­oría de fil­tros y fire­walls, o fun­cio­nan mal, o no del todo, y son con­ta­dos los que ver­dadera­mente paran a los sitios porno. Además, si la gente quiere perder el tiempo, lo hará, en Face­book o en cualquier otra red social.
Pero al tratar de blo­quear estos sitios, muchas empre­sas además fil­tran más de los nece­sar­ios, incluso algunos claves para su productividad.

Parte del debate tam­bién gira alrede­dor de la pri­vaci­dad del empleado fuera de la empresa. Si se le da un Black­berry a un ger­ente para man­ten­erlo acce­si­ble 24 / 7, es difí­cil que éste no incor­pore en sus aparatos aspec­tos de su vida per­sonal y lo mez­cle con el de la ofic­ina. Y hay que ser hon­estos, ya que para algu­nas per­sonas, eso incluye la pornografía.




5 comentarios:

  1. El luchador manco10/17/2011

    No lo dudo, la industria pornográfica está en cualquier parte, puedes llegar a ella en cualquier lugar en cualquier momento. Se puede acceder a pornografía en el trabajo, en casa o cuando estás fuera. Se puede ver por televisión, por internet, en el movil... la industria pornográfica además es de las mejor incorporan y adaptan mejoras innovadoras para difundir su producto.

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  2. Luchador manco te equivocas en decir que incorpora bien innovaciones porque también hay que tener la resistencia de muchos ámbitos a tolerar o permitir la pornografía, ya digamos algunos canales de televisión, o sistemas operativos como el Android que no tiene aplicaciones pornográficas, o el Google Adsense tampoco incorpora publicidad pornográfica. Lo sé de primera mano porque estoy inciando precisamente un blog de características eróticas y de sexualidad el propio Blogger ya incorpora ciertas restricciones

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  3. El luchador manco10/17/2011

    Que tipo de restricciones? aquel que busca pornografía la obtiene sea de la forma de sea. El discurso delo que digo hablo de que el porno está presente en todas parte... Por ello mueve tanto dinero. Pero ya no solo en contenidos sino también en publicidad como tu mismo hay dicho

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  4. Nunca lo había pensado, pero lo que decis es verdad, la pornografía se consume siempre y todo el mundo jajajaja xD Bravo por la industria porno!

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  5. Alberto10/22/2011

    Estaba leyendo algunos artículos del blog y nunca me había parado a pensar en algunas buenas observaciones que hay. Un pulgar arriba

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