Dos niños patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría y ellos jugaban alegremente sin preocuparse de nada. De pronto, reventó la capa de hielo y uno de los niños cayó al agua. El otro niño viendo que su amigo se estaba ahogando debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo.
Cuando llegaron los hombres del pueblo a ayudarlo y vieron lo que había sucedido. Se dieron cuenta de que habría sido imposible romper la gruesa capa de hielo con aquella piedra y las pequeñas manos del muchacho. En ese instante apareció un anciano y dijo: "Yo se como lo hizo"
"Como?" le preguntaron al anciano y el contestó: "No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo."
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La segunda fabula es la que más me ha gustado, pero las ideas que transmiten son todas muy buenas. Espero leer una cuarta en un futuro. Un pulgar arriba
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